domingo, 25 de febrero de 2024

SAN EXPEDITO

 

Es el ejemplo más claro de cómo se puede inventar un santo con ignorancia y buena voluntad. En 1781, llegó una caja con reliquias no identificadas a un convento de monjas en París. Las reliquias se habían desenterrado de las catacumbas de la plaza Denfert-Rochereau. El remitente de la caja (desde la misma ciudad) había escrito sobre la caja «Spedito» (‘correo expreso’), probablemente para acelerar su envío. Las monjas supusieron que las reliquias pertenecían a un tal «san Spedito». Otra versión de esta historia tuvo lugar en Nueva Orleáns (Estados Unidos). La capilla de Nuestra Señora de Guadalupe recibió un gran envío con varias estatuas de santos, una de las cuales no poseía ninguna leyenda identificatoria. Sin embargo, como la caja decía «expedite», los destinatarios decidieron que debería ser el nombre de un santo.

En la hagiografía que le inventaron dice que el momento de su conversión se le apareció un cuervo (ave que -como está científicamente comprobado- representa al demonio), el cual lo seducía a no convertirse al cristianismo al grito de «cras cras cras», que en latín significa ‘mañana’. Expedito respondió: «¡Hodie hodie hodie!», que significa ‘¡hoy!’ y luego aplastó al cuervo con el pie izquierdo. Podían haber elegido un inicio menos cruel, pero de tanto ver a San Jorge matando un animal en extinción se inspiraron y  les pareció una buena  idea.

jueves, 8 de febrero de 2024

SECCIÓN SINOPSIS DE PELÍCULAS INEXISTENTES: TERMINATOR 18

 Siguiendo la conocida línea de esta saga, la acción comienza en un futuro caótico desde el que las máquinas que pretenden destruir a la humanidad envían un nuevo cyborg al presente. En esta ocasión el Terminator aparece en un país de tercer orden que resulta adecuado para desarrollar su estrategia. Toma la identidad de un demente medianamente conocido en los círculos económicos y periodísticos del lugar, lo que le permite relacionarse con sujetos sumamente mediocres pero muy influyentes. Logra así aparecer con frecuencia en los medios masivos de comunicación y difundir ideas que presenta como necesarias para salvar a la humanidad, pero que en realidad servirán para destruirla. Aprovechando la desmedida ambición y el escasísimo nivel intelectual de los aliados que consigue, logra un ventajoso e injustificado posicionamiento político en el país en cuestión. Presenta su candidatura a presidente, y gracias a la ineptitud que han demostrado los políticos que han detentado anteriormente el poder y a la ignorancia, desidia y desesperación de los votantes logra ganar una reñida elección. A partir del momento en el que logra acceder a la presidencia implementa medidas destinadas a destruir la economía del país, se relaciona con otros líderes internacionales dementes como él y continúa así con su misión de destruir a la humanidad. Pero a pesar del altísimo nivel tecnológico empleado en su construcción, el Terminator no es una máquina perfecta: la inteligencia artificial que lo dirige termina siendo infiltrada por la misma demencia que lo ha ayudado a conseguir sus éxitos. Las fallas que presenta son cada vez más numerosas y terminan llevándolo en forma inevitable a la autodestrucción.